Cristian Cásseres: Un goleador orgulloso y comprometido con Táchira | |||||||||||||||||||||
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La nueva aventura del delantero de 34 años Cristian Cásseres a bordo del Carrusel Aurinegro, parte a toda marcha en los primeros días de pretemporada, dando muestras de emoción y compromiso no sólo con las palabras entregadas a los medios de comunicación sino también dentro de los entrenamientos previos a la zafra que se avecina.
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miércoles, 6 de julio de 2011
Noticias deportivas

El deporte de las Bolas Criollas, como lo conocemos en la actualidad es totalmente venezolano por excelencia, dado a que se juega de una manera única y con reglas totalmente criollas (venezolanas)

Según la historia oral, la que se cuenta de generación en generación, el fútbol llegó a Venezuela, como a muchos países del mundo con los ingleses, quienes con el deseo de explotar la mineria y el caucho por los altos del rio Orinoco se entretenían jugando con un balón, en los peladeros de la zona, en los pocos ratos libres de su dura existencia, sobre finales del siglo IXX.
En julio de 1895 se creó el primer equipo venezolano de béisbol, éste se llamó "Caracas". Posteriormente aparecieron los equipos "Vargas", "San Bernandino", más adelante "Los Samanes" e "Independencia", y en 1917 el "Magallanes". Para 1927, luego de la fundación de la Federación Venezolana de Béisbol, se organiza el primer campeonato formal con la participación de:
Se considera que la gimnasia se originó en el antiguo Egipto, cuando se realizaban las acrobacias circenses.
España participa por primera vez en el primer Campeonato del Mundo en el 1963 y después de un bache de 10 años vuelve a la competición, celebrándose en Madrid el 7º Campeonato del Mundo en el año 1975. Diez años más tarde, en 1985, se celebra en Valladolid el XII Campeonato del Mundo de Gimnasia Rítmica, y es donde España comienza una época ciertamente brillante que se ha ido superando de forma continua hasta llegar a la actual, en la que España no sólo se codea con las míticas Rusia y Bulgaria, sino que incluso las ha superado.
Algunos deportes en Venezuela
El deporte más popular en Venezuela es el Béisbol (baseball). Dada la gran relevancia que han tenido y tienen peloteros venezolanos en el extranjero – específicamente en las grandes ligas – es el deporte que más pasiones despierta y seguidores acumula. De allí la existencia de una concurrida liga profesional, así como de ligas menores y equipos de todos los niveles, y en todos los rincones del país.
La gran mejora que ha experimentado la selección venezolana de fútbol en los últimos años, unida al éxito que han tenido jugadores venezolanos en el exterior (como Juan Arango), y la celebración de la Copa América 2007 en Venezuela, han dado un gran impulso al deporte y seguramente lo seguirán dando en el futuro cercano.
Otros Deportes:
Educación física y deporte escolar
Todo esto, además apuntalado con la colaboración del Cuerpo de Paz, convenida entre el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y el gobierno de Venezuela. Sin embargo, hoy vemos con tristeza e ira contenida cómo las políticas del Ministerio de Educación provocaron la casi desaparición del deporte escolar. Medidas como la reducción de los horarios para el deporte, la incorporación del maestro integrador como sustituto del maestro especialista en esta doctrina, la negativa de crear la Dirección Nacional de Educación Física, la eliminación de la Oficina Nacional de Educación Física, la no utilización de los recursos económicos para este sector aprobados por el Congreso de la República, han colocado un cerco de muerte para la Educación Física y el Deporte Estudiantil.
Esfuerzos supremos debemos hacer en estos momentos para no permitir que esa llama estudiantil se apague. La Fundación para el Deporte Escolar, Fundaestil, los profesores que cumplen función de gerente de alto nivel en el Ministerio de Educación, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, y el Congreso de la República deben hermanar sus esfuerzos para hacer entender por imperio de la Ley a las autoridades del Ministerio de Educación, que el deporte escolar, como fundamento de la Educación Física, es uno de los pilares principales para el desarrollo deportivo nacional.
Juegos deportivos nacionales y la escuela de entrenadores
Carlos Parisca Mendoza, hombre visionario del deporte venezolano, en los años 60, ante la presencia de los Juegos Deportivos Nacionales, creó la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos, con el propósito, según sus palabras, de inundar a todo el territorio nacional de Venezuela de entrenadores deportivos. Esta decisión fue una de las más importantes para darle al país los docentes necesarios para el desarrollo de programas en todas las especialidades deportivas. A diferencia de los programas de Formación del Instituto Pedagógico de Caracas, en ese entonces, la Escuela Nacional de Entrenadores proporcionaría los técnicos deportivos necesarios para los programas de desarrollo deportivo y de alta competencia implementados por las entidades deportivas federadas.
Una simple revisión al registro de entidades deportivas federadas del Instituto Nacional de Deportes, nos demuestra la existencia de más de cincuenta federaciones, que son las encargadas de la programación, organización y desarrollo de las actividades deportivas competitivas, que se realizan en Venezuela. El desarrollo práctico de estas actividades se cumple a través de una red orgánica, cuya estructura básica comienza con el atleta y los equipos deportivos, para luego ir ampliándose y haciéndose más compleja a través de clubes, ligas y asociaciones hasta llegar a su cúpula federativa.
El trabajo del día a día, en término de entrenamiento, organización de equipos y competencia, recae en un ciento por ciento en los hombros del entrenador deportivo; docente éste que tiene bajo su responsabilidad, mediante la práctica deportiva, de contribuir a la formación integral de nuestros niños y jóvenes en el contexto de una sociedad democrática, tal cual está establecido en la Constitución de la República para todo proceso educativo que se dé en el país.
Por ello, ha sido una responsabilidad del sistema democrático, la formación de los docentes deportivos, para atender las necesidades del deporte venezolano; proceso éste fundamentado en la creación de la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos, ENED, en 1960, adscrita al Instituto Nacional de Deportes, dada su condición de organismo rector.
De ese centro de formación, egresaron quince promociones con un aproximado de ochocientos entrenadores que se diseminaron por todo el país, con el propósito de fortalecer a la incipiente instrucción deportiva de ese entonces. Fue tal el éxito de este programa, que al inicio de los años 70 proliferaron las escuelas de entrenadores en los estados Sucre, Anzoátegui y Lara para continuar con los objetivos propuestos en núcleo central de la ENED.
La incorporación de más de mil doscientos hombres al mercado ocupacional generado en la actividad deportiva dio paso al surgimiento de inquietudes laborales y gremiales en pro del establecimiento de condiciones de trabajo, cada vez más favorables para los docentes deportivos.
Deporte Aborigen
El conocimiento que se tiene sobre los deportes practicados por los aborígenes en Venezuela proviene de las referencias que de ellos hicieron los cronistas; a partir de allí se infiere que algunos deportes eran practicados antes del arribo de las naves españolas y otros pueden ser ya producto del proceso de aculturación. En Venezuela, la expresión deportiva se caracterizó, en un principio, por la práctica de la caza y la pesca; los pobladores prehispánicos era diestros en el manejo del arco, flecha y jabalina, realizaban también carreras de postas en función de las comunicaciones o por competencia y efectuaban juegos que eran una invitación al combate, a la caza de animales o como forma de distracción después de las actividades de trabajo diario. En su mayoría, los juegos se llevaban a cabo en torno a una pelota, pero en varias modalidades. La primera de ellas denominada «pelota criolla», de la cual se afirma que existía en el continente americano 2.000 años antes de la llegada de los españoles. En Venezuela la observan por primera vez los europeos en 1530 aproximadamente, en la región que comprende hoy el distrito Torres del estado Lara. Según cronistas e investigadores, los indios xaguas que habitaban en esa región centrooccidental del país, la jugaban con fines míticorreligiosos, para lo cual elaboraban la pelota con el látex de un árbol llamado caucho (Hevea benthamiana, Hevea minor, Hevea rigidifolia) que era muy elástica y al menor impulso, rebotaba muy alto. Entre los guajiros de la región zuliana, se acostumbraba utilizar una pelota hecha de cuero de venado, rellena de algodón, con bastante peso, que debía ser mantenida en el aire. Entre los otomacos de la región de Apure existía otra modalidad; se organizaban en 2 equipos de 12 jugadores cada uno y comenzaban a jugar sin efectuar saques, pero un rechazo muy diestro. La pelota era de caucho, muy grande y debía mantenerse en el aire el mayor tiempo posible, pudiendo ser tocada sólo con el hombro derecho, de lo contrario se anotaba un tanto el equipo contrario; por esta razón los jugadores se arrojaban al suelo para evitar que ésta cayera y así levantarla por los aires nuevamente. Las mujeres, al terminar sus quehaceres, se incorporan al juego con una pala redonda y desde entonces, cambian las reglas, se le permite a los hombres rechazar con cualquier parte del cuerpo ya que el juego con la pala se hace muy violento. Esta especie de fútbol fue observado por los españoles también en las Antillas, con la diferencia de que allí impulsaban la pelota con las caderas, muslos y nalgas, jugándolo hombre y mujeres en ambos equipos, o formando uno de cada sexo. Los indios guaraúnos practican, en épocas posteriores, juegos heredados de sus antepasados, a los cuales se le agregaban elementos hispánicos; entre ellos se cuentan: los que se hacen con una rueda como el gato y el ratón, el acure, el tigre y los zamuros; otros se hacen en colas o hileras, entre ellos: la culebra, el simoku, el gavilán y la gallina, la casita y juegos sueltos como el salto del sapo, el topo y la casa del báquiro. Las niñas juegan a las olas, curiara, toro y a la lucha. Entre los yanomamis, los padres confeccionaban para sus niños, con cualquier madera flexible, un arco minúsculo y sus respectivas flechas, para que fuesen iniciándose en los menesteres futuros. Los pequeños se divertían con elementos de la naturaleza circundante; con el hueso del corozo (Acrocomia sclerocarpa) se hacían trompos; con la palma de cucurito (Maximiliana regia) hacían canoas con canaletes que sus padres les proporcionan. Los adultos jugaban una especie de volibol, sin reglas ni equipos; la pelota que utilizaban era elaborada con la vejiga inflada de la pereza, araguato o báquiro; lo jugaban durante las horas de descanso dándole golpes para mantenerla en el aire. También hacían careras de «cuerpo invertido», es decir que sostenían el cuerpo sobre las palmas de las manos que tocaban el suelo; y jugaban «a la guerra» con flechas viejas a las cuales les quitaban las puntas y les ponían una cabeza hecha de una mazorca de maíz o de plátanos verdes, para así jugar. Hombres y mujeres jugaban con una macana hecha con un vástago de plátano; los jugadores se pintaban de negro, entraban al patio y formaban filas, una rente a la otra; primero las mujeres pegaban a los hombres en la cabeza y luego los hombres respondías. En Turiba, poblado indígena guayanés, se practicaba un juego denominado «la caza del aro», para el cual cortaban bejucos o caña brava y hacía aros, el juego consistía en lanzar uno para que cada miembro de un grupo de cazadores, por turno, tratara de atravesar con su flecha el círculo formado por el aro.
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